El Molino de Viento constituye una de las construcciones más interesantes de la arquitectura preindustrial de Rojales. Está situado en una de las lomas elevadas del Parque Ladrillar para aprovechar mejor la fuerza del viento. El molino, construido en el siglo XVIII, sólo conservaba su fábrica en forma de torre, por lo que su actual restauración (1998) ha permitido restituir sus dos pisos originarios, al igual que la maquinaria y los engranajes interiores, que han sido reconstruidos según sus paralelos tradicionales.
El edificio restaurado sobrepasa la altura de 10 m., comprendiendo el cilindro de la torre y la caperuza. El interior del edificio consta de tres partes:
– La planta baja o silo; zona que servía de almacén, creándose también una cocina, y donde encontraremos los primeros peldaños de la escalera que se ciñe a la estructura circular, conduciendo a otras alturas.
– El primer piso o camareta, donde se encuentra la limpia de harina y el cedazo o cernidora.
– Y el segundo piso, donde encontramos por una parte la limpia del trigo antes de molerlo, y el resto de la maquinaria, cuya imagen se refleja en la fotografía adjunta.
No obstante, será muy curioso observar, en la visita al molino, su parte superior; en donde encontraremos todo el imponente entramado de engranajes de madera que gira con la rueda grande y al que se le denomina ingenio, el cual está cubierto con un techo cónico montado sobre la misma rueda grande y que gira sobre un carril superpuesto al muro circular del edificio. Mientras que ajustado también a la rueda está el eje del molino, que se sujeta al eje vertical por su parte superior, cerca de donde se halla la linterna o carro, y que trabaja con la rueda de engrane, recibiendo su movimiento de las aspas.